Por Marcos Ros
La Principal. Tabacalera (Madrid) – 19 de septiembre de 2016 – 13 de noviembre de 2016
Cespedosa de Tormes (Salamanca, España) es un pequeño pueblo con 544 habitantes censados. También es el lugar de nacimiento de los padres de Juan Manuel Castro Prieto, Premio Nacional de Fotografía 2015, y del que el fotógrafo ha querido realizar lo que ha denominado como “proyecto río”. Distintos proyectos que ha realizado a lo largo de su vida y que en la muestra se recogen alrededor de 200 imágenes de todos ellos que se encuentran agrupadas en seis apartados y complementadas por tres vídeos.
La muestra asalta distintos estilos desde un cierto documentalismo – recuperando espacios olvidados de su pueblo o fotografiando “Las Corralas” un pequeño huerto donde su abuelo pasaba el tiempo – pasando por una fotografía mucho más creativa en la que el autor transmite sus ensoñaciones, jugando con familiares, realizando guiños a su pasado y ciertas obsesiones.
La impresión del visitante es estar asistiendo a un espacio que se encuentra descomponiéndose, desvaneciéndose lentamente y que al mismo tiempo permanece encerrado en sí mismo, esperando que el tiempo lo desgaste y lo pula. La muestra es una visión mucho más poética que documental, aunque realizada con absoluto respeto respecto a la geografía donde se desarrolla. El autor no desea violentar la memoria de sus orígenes, pero no duda en mostrar la tensión entre el pasado y el futuro en un trabajo realizado durante cuatro décadas.
Este trabajo no se realiza de una forma aparentemente consciente, por ello utiliza distintos formatos, discursos y formalidades. Fotografía panorámica, paisaje, retrato, bodegón, abstracta… El autor disecciona sus orígenes permitiéndose adecuar su fotografía a cada momento y a cada motivo. El miedo al olvido se muestra con toda su crudeza, así como a la pérdida de la identidad y de la memoria; donde la fotografía es utilizada como esos alfileres que van a sostener el conjunto.
A pesar de tratarse de un trabajo extenso, no podemos negar la belleza de las fotografías, realizándose un trabajo compositivo muy cuidado, forzando la tensión compositiva con desenfoques seleccionados que buscan transmitir esa sensación de pérdida inminente que desde luego realza todo el conjunto.